lunes, 7 de octubre de 2013

Metamorfosis

Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, se encontró en su cama convertido en un monstruoso insecto. Se hallaba echado sobre el duro caparazón de su espalda, y, al alzar un poco la cabeza, vio la figura convexa de su vientre oscuro, surcado por curvadas callosidades, cuya prominencia apenas si podía aguantar la colcha, que estaba visiblemente a punto de escurrirse hasta el suelo. Innumerables patas, lamentablemente escuálidas en comparación con el grosor ordinario de sus piernas, ofrecían a sus ojos el espectáculo de una agitación sin consistencia.
-¿Qué me ha sucedido?
No soñaba, no.

Gregorio, horrorizado observó su nuevo cuerpo, el pobre no alcanzaba a comprender cómo podía haberle pasado eso. Estaba tan asustado que decidió quedarse en la cama quieto intentando recordar qué podría haber hecho para haberse transformado.
Nada, no recordaba absolutamente nada antes de aquella misma semana.

Pasadas dos horas de inútiles intentos de recordar algo, decidió bajarse de la cama, y, nada más hacerlo, todo a su alrededor se agrandó, su cama parecía tener dos kilómetros de altura y llegar hasta la puerta era todo un desafío. Gregorio que no entendía nada de lo que le estaba ocurriendo, echó a correr hacia la puerta como si tras ellas estuviese su salvación, la respuesta a todas sus preguntas, pero justo cuando se encontraba a punto de pasar por debajo de la puerta todo se volvió negro y perdió la consciencia.
-¡Gregorio!
-¡Despierta!
-¡Gregorio, despierta por favor!

Gregorio identificó la voz que gritaba su nombre con histéria como la de su madre, pero al abrir los ojos, lo que vio no fue la cara de su querida madre, lo que vio fue a un enorme grupo de cucarachas reunidas alrededor de él que lanzaban suspiros de alivio.
Apunto estaba de preguntarle a la cucaracha que gritaba su nombre qué estaba pasando cuando su mente se vio inundada de recuerdos y todo cobró sentido, ¡El era una cucaracha!
Resulta que al intentar trepar por la pared de la ducha donde vivían para conseguir comida, se cayó y quedó inconsciente durante una semana, tiempo que pasó viviendo como humano en su sueño.

Dos semanas más tarde ya casi había olvidado su sueño por completo y se encontraba en medio de una exploración para encontrar comida cuando apareció frente a él otra cucaracha, estaba gritando y llorando y su cuerpo se convulsionaba de forma antinatural. Cuando Gregorio se dirigía hacia ella para preguntarle qué le pasaba, esta se transformó en humano frente a su atónita mirada.

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